Los socios en los contratos de constitución de sociedades de hecho, poseen un gran compromiso frente a terceros por las obligaciones, afectaciones y perjuicios que genere la sociedad de hecho.
 
La mayor dificultad y peligro que puede presentarse en un contrato de constitución de sociedad de hecho, es exactamente qué deben enfrentar los socios, ya sea de forma colectiva o individual.

Con relación al artículo 501 del Código de Comercio:
 
    “En la sociedad de hecho todos y cada uno de los asociados responderán solidaria e ilimitadamente por las operaciones celebradas. Las estipulaciones tendientes a limitar esta responsabilidad se tendrán por no escritas.
 
    Los terceros podrán hacer valer sus derechos y cumplir sus obligaciones a cargo o en favor de todos los asociados de hecho o de cualquiera de ellos”.
 
Esto significa que el socio en un contrato de constitución de una sociedad de hecho debe responder con su patrimonio sin prestar atención a ninguna clase de restricción; su patrimonio podrá ser perseguido en su totalidad hasta la satisfacción completa de la obligación obtenida por la sociedad de hecho.
 
Sin embargo existe algo de mayor preocupación, y es que cualquier tercero, para la satisfacción de una obligación favorable, tiene la posibilidad de perseguir a un solo socio de la sociedad de hecho, al que disponga de mayor capacidad financiera claro está, por fortuna es probable que un solo socio termine pagando todo, debido a que la ley no obliga que las obligaciones establecidas en el contrato de constitución de sociedad de hecho sean pagadas en proporción por todos los socios, sino que posibilita que el tercero permita “valer sus derechos y cumplir sus obligaciones a cargo o en favor de todos los asociados de hecho o de cualquiera de ellos”.
 
Esto basta para concluir que la peor determinación que se puede tomar es formar parte de un contrato de constitución de una sociedad de hecho.