El senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez envió este martes un mensaje muy cortés para el exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus Sivickas.
 
Después de que el excandidato presidencial (2010) lo invitará a participar en una marcha por la defensa de la vida en Colombia, Uribe respondió con un ‘guiño’ sin embargo no confirmó su participación en la jornada lúdica porque simultáneamente al evento fue llamado el senador Iván Cepeda Castro, un constante opositor del líder del expresidente y congresista del Centro Democrático.
 
“Independientemente de los temas y preocupaciones por Colombia, siento un inmenso respeto por el doctor Antanas Mockus”, indicó Uribe.

El excandidato presidencial Antanas Mockus llamó la atención con esta propuesta que lanzó el martes dirigida para toda la clase política del país.
 
El maestro convocó a los senadores Álvaro Uribe Vélez e Iván Cepeda Castro a participar de esta movilización por la vida el próximo 4 de febrero.
 
El exalcalde intenta con su marcha y otras acciones generar un clima de tranquilidad invitando a los diferentes sectores políticos ha asistir a la marcha por la defensa de la vida, sin embargo nada parece servir para estos dos obstinados políticos que se enfrentan de forma constante en escenarios públicos.

“La vida de cada colombiano es valiosa; la vida es sagrada”, cita la convocatoria del líder político de la capital.
 
Antanas Mockus durante su campaña presidencial de 2010 empleó como lema de campaña que “la vida es sagrada” obteniendo la conquista de un destacada cantidad de electores en lo que se denominó la ‘ola verde’, un suceso atípico que se distanció de la política tradicional.

Las buenas intenciones de este exalcalde de Bogotá, parecen no ser suficientes para mejorar las relaciones entre estos dos grandes contradictores, que de alguna forma dividen con sus ideas al país, se espera que al menos alguno de los dos decida asistir a la marcha.

El respeto es uno de los valores más escasos por estos días, en los que el país se ve sacudido por diferentes sucesos  o escándalos al interior del Congreso. Las posiciones más radicales se presentan allí  a tal extremo que para votar una ley algunos sectores políticos que se encuentran en desacuerdo prefieren retirarse o no presentarse.